Constantemente escuchamos que los pescados azules son beneficiosos para nuestra salud, sobre todo por su aporte en ácidos grasos esenciales y Omega-3. Sumado a eso, los pescados azules tienen pocas calorías y grasas saturadas, por lo que son una gran opción de proteína animal que consumir. Pero ¿qué son realmente y cuáles son?
Algunas de las características que comparten los pescados azules son su color, la mayoría cuenta con piel azulada y de ahí proviene el nombre que reciben y, otra muy importante, es que ofrecen un gran aporte de ácidos grasos Omega-3 muy beneficios para nuestra salud.
Los pescados azules tienen colesterol pero en cantidades muy bajas, y su su contenido en minerales puede llegar a ser incluso hasta un total de 25 veces superior al de cualquier otro alimento de origen animal. Sumado a eso, estos pescados contienen vitaminas liposolubles muy necesarias para mantener los huesos fuertes (como es el caso de la vitamina D) y tienen poderosos efectos antioxidantes (gracias a la vitamina E).
Salmón
Es el máximo exponente de los pescados azules. El salmón es muy valorado gracias a su versatilidad en la cocina, y por su alto contenido en proteínas y ácidos grasos que ayudan a regular los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Además, es buena fuente de magnesia, lo que ayuda al funcionamiento de los músculos.
Atún
Se puedes consumir fresco, que es la opción más recomendable, o en lata. Su ingesta, además de ayudar a controlar el colesterol y los triglicéricos, aporta importantes minerales, vitaminas como la A y las del grupo B y ácido fólico.
Trucha
Otra opción destacada dentro del grupo de pescados azules, especialmente si se consume fresca. La trucha aporta ácidos grasos esenciales pero además es muy rica en potasio y fósforo, beneficiando los músculos y favoreciendo la eliminación de líquidos del cuerpo.
Cuando la dieta de pescados azules no es suficiente
Los ácidos esenciales EPA y DHA presente en los pescados azules son los que aportan los mayores beneficios para nuestra salud. De ahí la necesidad de que estén presentes en nuestra dieta. Pero la realidad es que el consumo de pescado en la alimentación es muy baja en el caso chileno y no se alcanzan los niveles de ácidos esenciales requeridos. En estos casos, es recomendable complementar una buena dieta con un suplemento Omega 3 de fuente marina, tendiendo presente los siguientes aspectos:
- Que sea de alta pureza: destilado y refinado molecularmente para obtener un aceite libre de mercurio y metales pesados. Si no tiene certificado de pureza, lo recomendable es no consumirlo
- Concentración de los ácidos esenciales EPA y DHA, que son los ácidos con beneficio para la salud. Un Omega 3 con bajos niveles de concentración, tiene mínima efectividad. Asegúrate siempre de consumir un suplemento con 60% de concentración.
- Que el producto tenga certificación IFOS 5 estrellas, una certificación independiente que acredita la calidad del suplemento en cuanto a pureza, concentración y elaboración