Los abrazos son capaces de potenciar la relación con nuestros seres queridos y conseguimos disipar miedos y preocupaciones, y a la vez que nos hacen aumentar la producción de sustancias que favorecen nuestro bienestar ¡Abracémonos más!
Dentro de la comunicación no verbal los abrazos son, por lejos, una de sus formas más poderosas. Y es que, sin duda, benefician seriamente nuestra salud emocional. Lo bueno es que efectivamente los abrazos son uno de los gestos más extendidos a nivel mundial: no distingue género, idiomas, culturas o religiones. Es transversal y un idioma universal. Incluso los animales se abrazan.
Beneficios:
Fomentan el crecimiento en una relación: Un hecho es que los abrazos son significativos siempre y cuando vengan de parte de personas con las que tenemos un vínculo positivo y gratificante. Como la cercanía física de un desconocido es vista a menudo como una amenaza, cuando nos abrazan se refuerza un lazo social, y algo tan básico y elemental supone una fuente muy saludable de crecimiento personal. Al fin y al cabo, queramos o no, somos seres sociales y necesitamos de este tipo de lenguaje para sentir que formamos parte de alguien y algo.
Mejora la salud cerebral: Sobre todo en la infancia, los abrazos tienen poderosos efectos a nivel cerebral. Un niño que vive siendo abrazado y sintiendo desde su nacimiento el calor de sus padres crece con mayor madurez y equilibrio emocional. Para que un bebé no sienta miedo y se sienta seguro en todo momento, además de amado, necesita sentir acciones que hagan que estructuras como el hipocampo o la amígdala cerebral maduren sin la presencia de ese estrés asociado a la sensación de abandono, y los abrazos son perfectos.
Dicen más que las palabras cuando hay que pedir perdón: En esos momentos en que no aplicamos adecuados filtros mentales –ya sea porque es una discusión o pelea– y traducimos en palabras lo primero que nos viene a la cabeza generando mucho daño, sin haberlo meditado antes. Entonces, cuando somos conscientes de que las palabras ya no sirven y de que lo hemos arruinado en algún aspecto, siempre es bueno hacer uso de los abrazos, deja que te salven y que sean tu voz de perdón sincero.
Todos sabemos abrazar, falta tener la iniciativa: A veces por timidez o por inseguridad, nos limitamos a abrazar por más ganas que tengamos. A la hora de abrazar, hay solo una regla sencilla: si lo necesitas y lo quieres, abraza.
Cuida tu salud emocional: En el mundo animal los “abrazos” están muy presentes, al igual que nosotros los humanos, buscan la cercanía como unión y refuerzo de un lazo social. Un abrazo de la persona que queremos nos ayuda a estar más presentes, nos ayuda a liberar estrés y a generar cercanía y equilibrio emocional con la otra persona. En ese instante, solo existe la reafirmación de un vínculo, ahí donde las endorfinas y la oxitocina incrementan aún más la intensidad del momento.