Ya sea porque sufres de intolerancia a la lactosa o solo porque quieras diversificar tu alimentación. Sea como sea, preparar leche de almendras es una idea muy positiva, ya que es fundamental incluir alimentos naturales y sanos a tu dieta ¿Te animas a hacer tu propia leche de almendras?
La leche de almendras destaca por ser buena fuente de vitaminas, minerales, proteína y fibra, libre de lactosa y muy baja en calorías, por eso se presenta como una excelente alternativa a la leche de origen animal. Sumado a eso, no aporta colesterol ni grasas saturadas, y sí aporta ácidos grasos Omega 3, con muchas propiedades benéficas sobre el organismo.
Si bien la puedes encontrar hoy en día en supermercados, nunca está de más saber cómo elaborarla de forma casera, libre de conservantes y con la frescura de estar recién preparada y hecha con tus propias manos.
Ingredientes:
- 1 taza de almendras (o 155 gramos aproximadamente)
- 3 tazas de agua (750 ml)
- 1 ramita de canela (opcional)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (5 gramos, también opcional)
Modo de preparación:
- La noche anterior, debes colocar la almendras en un recipiente hondo y cubrirlas con abundante agua, ya que considera que las almendras se hincharán y aumentarán su tamaño. Déjalas en remojo durante toda la noche.
- A la mañana siguiente, enjuaga y llévalo al vaso de la licuadora con las tres tazas de agua fresca.
- Procesa todo muy bien hasta que notes resulta una mezcla homogénea.
- Luego, debes colar y filtrar bien y separar el líquido resultante en un frasco.
- La varita de canela no solo le sumará sabor sino también que ayudará a que la leche se conserve en buen estado por más tiempo.
- De forma opcional, también le puedes agregar unas gotas de esencia de vainilla para darle más sabor.