La cúrcuma es una especie que se usa desde hace cientos de años. Su mayor característica salta a primera vista: su intenso color amarillo o mostaza. Conoce más de sus propiedades y por qué es uno de los condimentos estrella para tu salud.
A nivel estomacal, la cúrcuma puede ayudarte si has comido algo frito o muy condimento y te ha irritado el estómago. Esto porque actúa como tónico estomacal que estimula as secreciones del jugo gástrico y facilita la digestión. La dosis recomendada es de 500 mg en polvo y cuatro veces por día. Por otro lado, a nivel intestinal la cúrcuma sirve para aliviar cólicos, gracias a sus componentes como el eugenol.
También tiene beneficios para el hígado, ya que lo protege y actúa como tónico para la vesícula biliar. Es recomendada para eliminar las piedras biliares, tiene efecto antiinflamatorio, permiten el drenaje del hígado y el vaciado de la vesícula. Para aprovechar estas propiedades, hierve un litro de agua con 20 gramos de cúrcuma en polvo y deja reposar 12 horas. Fíltralo y bebe varias veces al día. Y eso no es todo, también es un excelente antiinflamatorio natural. Actúa aliviando los síntomas y dolencias de las articulaciones, sobre todo cuando los calmantes ya no surten efecto o se requieren dosis muy elevadas para lograr un poco de bienestar. Por lo mismo, si haces deporte procura incluir esta especia en tu dieta ya que también ayuda a aliviar los músculos adoloridos después del ejercicio.
A nivel del sistema nervioso la cúrcuma también tiene influencia, debido a que ayuda a tratar trastornos del ánimo gracias a que su consumo reduce los niveles de estrés y provoca un aumento en la producción de serotonina.
Como si fuera poco, la cúrcuma cuida la salud de tu corazón. Sus componentes ayudan a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, todo de forma natural. Además de llevar una dieta más saludable, comer más frutas y dejar de lado los fritos y grasas, lo mejor es condimentar con cúrcuma y así mejoras tu salud cardiovascular.